Dark Mountain

Cap.5  Descubrimientos (Bernardo Davini)

-¿Asi, que Luca le debía al señor Gaviolli una suma importante de  dinero?-  decía  para mi mismo, incrédulo-¿Y también  mintió a su señora esposa? Señor Rossini !Usted coleccionaba enemigos¡

-Buenos dias padre- me saludaba Bruno

-Hijo, ¿qué tal tu noche?

-Espléndida, realmente espléndida.

-¿Y ese brillo en tus ojos? Hacía mucho que no te veía tan animado.

-No se de qué me habla padre- desmentía mientras se sonrojaba.

-Amor, ¿verdad?- conseguí adivinar.

-Posiblemente.

-Es que ya se te veía sonriente con la señorita Alda anoche... Sereis los esposos perfectos

-Ella no es- me cortó.

-Quién entonces.

-Violet Rossini. pero... padre ¿Qué queriais decir con "esposos"?

-Oh hijo, siento lo que te voy a decir pero tu y Alda estais comprometidos desde que nacisteis.

-¿Qué ? ¿Cuándo pensaba decirmelo?

-Cuando fuese el momento Bruno.

-!Cómo que cuando fuese el momento¡ !Estoy comprometido y yo sin saberlo¡ No amo a Alda  y punto . No me casaré con ella .

-Siento decirtelo así hijo pero no es lo que tu quieras es lo que yo y tu madre decidamos. Y ya está más que dicho.

- NO PUEDO CREERLO PADRE- Gritó mi hijo y salió de la estancia de un portazo no sin antes decirme-Tranquilo disfrutaré de mi libertad mientras la tenga.

 Cap 6 Dolor rabia y venganza.

-NO PUEDO CREERLO PADRE- gritaba Bruno ¿ que podía ocurrirle para estar tan enfadado?- Tranquilo disfrutaré de mi libertad mientras la tenga.

Y salió del despacho.

-Bruno- grité desde la otra punta del corredor.

-Violet- decía aliviado

-Siento la intromisión pero ¿ocurre algo? Puedes contármelo si lo deseas.

-Me voy a casar-afirmó.

Mi corazón  se rompió en mil pedazos.

-¿qué, ? ¿con quién?- esperaba que no fuera la arpía de los Gaviolli.

-Alda-  mis esperanzas son vanas .

-Aja- mi voz se resquebrajaba un poco .

-Adios-  se acercó y me besó la frente.

-Adios- lo imité

Sentí  dolor y rabia, ya no solo porque sintiese algo por Bruno, también porque es mi amigo, una buena persona y su padre lo quiere casar con una bruja.

Salí a los jardines y caminé solitaria. Sentí unos pasos detrás pero los ignoré. Pensaba en mi padre, en que desgraciado podría matarlo y .. que ahora sabríamos cosas que yo seguro que no me imaginaba de él.

-Hola Violet- susurró Angelo en mi cuello.

-Hola- decía algo perturbada.

-¿Qué tal te encuentras?- empezaba tuteandome.

-Bien gracias- no se porque , pero eso sonó algo cortante.

-¿Estás enojada conmigo o algo por el estilo?- preguntaba confuso.

-Para nada- otra vez el todo cortante, ¿que me ocurría ? Pero si es un angelito caido del cielo. Y yo tratándolo tan mal- Perdóname por mi actitud, no se porqué me comporto de tal manera.

-No te preocupes- él acortó nuestra distancia, su respirar lo notaba en mis mejillas.

-Gracias- más acercamiento por ambas partes.

Al abrir los ojos ví  a lo lejos a Alda y recordé sus amenazas.

Pues, yo si fuera tu, no me acercaría a ellos- oía una voz pero no conseguí adivinar quien era . Me volteé. Ahí estaba Alda

-¿Por qué dices eso?-pregunté confusa.

-Porque son mios- respondío segura de sí misma.

-¿Tuyos?

-Si mios, vos no teneis derecho a arrebarmelos

-Disculpe Alda, usted no es nadie para decirme con quien puedo estar o no

-Solo tenga cuidado.

-Angelo, por favor vete- pedí

-Violet ¿qué ocurre?

-Nada, luego nos vemos. ¿vale?

-Si es así, adios- Caminé hacia la casa aumentando el ritmo de mis pasos . Pero alguien  me agarró y me llevó a una casucha de madera  en la periferia de la finca Davini. Me amarró.

- !SOCORRO¡ !AYUDA¡ !POR FAVOR¡- grité asustada.

-Cállate- reconocí la voz. Alda

-¿Me has secuestrado?- pregunta algo obvia por mi parte.

-Ajá. Te dije que no te acercases a ellos pero tu- dijo  mientras me daba un puñetazo  en la cara- No me hiciste caso.

-Dejame ir -rogué.

-Nada de eso ramera asquerosa- me insultaba mientras seguía maltratándome.

Sangraba por muchas partes de mi cuerpo, pero aún así ella no paraba.

-Por favor- sollocé.

-Vale, vuelves a casa . Pero  no cuentes nada ¿Cappici?

-Si.

Caminaba casi sin fuerzas . Alda había subido a lomos de su caballo y desapareció del claro.

Vi dos jinetes . Si mi vista no fallaba eran Angelo y Bruno. Gracias al cielo.

Me fallaron las fuerzas a causa de la falta de sangre en el cuerpo. Y caí al frio monticulo de tierra que habia bajo mis pies.

-¿Violet? ¿Esa es Violet?- decía Bruno.

-Si es ella- admitió Angelo

Esas fueron las ultimas palabras que oí, pues me desmayé.